domingo, 29 de enero de 2012

Por qué ya no importa la corrupción en América Latina (Graciela Mochkofsky, El País, 28.01.2012)

"El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti lamentó esta semana esa falta de interés en una columna en el diario La Nación de Buenos Aires: "Decía Fernando Henrique Cardoso hace unos días, en una conferencia en Punta del Este, que estamos viviendo en América latina una suerte de anestesia, que obtura la sensibilidad frente a los fenómenos de corrupción o de ilegalidad". Para Sanguinetti --que encuentra pruebas de este desinterés en ejemplos muy particulares y discutibles, que más parecen destinados a atacar a la izquierda por otros motivos--, ello se debe a la bonanza económica de la región. Dos argumentos en contra de esta conclusión: 1) en 1997, durante tiempos de bonanza en la Argentina --un año antes de que comenzara la recesión que terminó en la crisis de 2001--, la corrupción figuraba en las encuestas como una de las primeras cinco preocupaciones de los argentinos y 2) la agenda de los ciudadanos, a los que preocupa mucho la inseguridad, el desempleo, la pobreza y la educación (preocupaciones que no parecen derivadas de la "bonanza") y luego, también, la corrupción. En América Latina conviven hoy dos convicciones colectivas, según la exhaustiva encuesta continental que hace cada año la consultora Latinobarómetro, con sede en Chile: 1. que hay corrupción en el Estado y en las sociedades. 2. que la corrupción no es uno de los principales problemas que afectan a los ciudadanos". (Leer artículo entero)

domingo, 8 de enero de 2012

'Fiel' Castro, un DSV de Ricardo Vega

Crec que és un DSV que pot ser de molt d'interés, especialment després del que ha estat la classe d'avui. És un documental de Ricardo Vega, produït per Telebemba i Lunáticas Productions.

viernes, 6 de enero de 2012

Recollida de signatures a Xile: que no es modifique la denominació DICTADURA MILITAR

Des de Xile està realitzant-se una campanya per a que el govern no modifique el concepte DICTADURA MILITAR per a denominar el període pinochetista (1973-1990). Si ho consideres, per favor, signa en el link següent i dona-li la màxima difusió a la iniciativa.

https://t.co/yOGfMdd1



Text de la carta.

 Carta abierta al Ministro de Educación Santiago de Chile, 5 de enero de 2012

 Señor
 Harald Beyer
 Ministro de Educación

Presente

 Señor ministro: Nos dirigimos a usted a raíz de la información dada a conocer el 4 de enero de 2012 por el diario electrónico El Dínamo, según la cual la propuesta emanada de la Unidad de Currículum y Evaluación del ministerio que usted ahora dirige y que aprobara el Consejo Nacional de Educación (CNED) en su sesión del 9 de diciembre de 2011, ha erradicado el concepto de “dictadura militar” de los ejes temáticos de Historia para sexto básico.

 Como ciudadanas y ciudadanos chilenos, nos dirigimos a usted para solicitarle que considere dejar sin efecto la eliminación en las bases curriculares del concepto que más adecuadamente define al régimen existente en nuestro país entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990: dictadura.

 En las ciencias sociales y la historia de nuestra época, existe un amplio acuerdo en llamar dictadura a una forma altamente opresiva y arbitraria de gobierno, establecida y conservada por la fuerza o la intimidación, que permite a una persona o grupo monopolizar el poder político en detrimento de la sociedad en general.

 El golpe de Estado de 1973 estableció durante cerca de 17 años un régimen político cuyo carácter dictatorial es absurdo negar. Los jefes militares tomaron el poder por la fuerza, instalando al Comandante en Jefe del Ejército a la cabeza del gobierno, el cual se ejerció permanentemente bajo estados de excepción que suprimieron o restringieron severamente los derechos y libertades de la ciudadanía. Las instituciones representativas de la República que descansaban sobre los principios de soberanía popular y pluralismo fueron suprimidas de modo brutal e inmediato, sustituyéndose el Congreso Nacional por una Junta Militar que se atribuyó facultades no sólo legislativas sino constituyentes. Los partidos políticos fueron proscritos o puestos en receso, persiguiéndose con ilimitada crueldad –incluyendo la tortura y el exterminio de miles de prisioneros indefensos- a quienes intentaron reconstruirlos en la clandestinidad. Las organizaciones de la sociedad civil fueron suprimidas o puestas bajo estrecho control, al igual que los medios de comunicación. Para vigilar y castigar se creó una policía política militarizada –la DINA y luego la CNI- que ejecutó sus actividades por encima de toda legalidad y ética.

 Erradicar de las bases curriculares de la enseñanza de la historia el concepto de dictadura para denominar a un régimen de esas características, constituye un desatino mayúsculo. Desde el punto de vista del conocimiento del mundo contemporáneo, impide que los estudiantes identifiquen qué es una dictadura y puedan distinguirla de una democracia, lo que perjudica asimismo su formación ciudadana. Esta formación también es dañada por el negacionismo contenido en la propuesta de la Unidad de Currículum y Evaluación que el Consejo Nacional de Educación aprobara inadvertidamente.

 La historia reciente del país ha dado lugar a diversas e incluso encontradas visiones que han logrado y deben seguir logrando tener cabida en la enseñanza de la historia en nuestro sistema escolar. Lo que no puede tener cabida es la negación o la banalización en el currículum de una realidad tan evidente y dolorosa como la existencia de una dictadura en Chile entre 1973 y 1990.

 Atentamente,

Que no es diga dictadura, que es diga règim militar, ordrena el Govern de Xile

(...) L’oposició al nou règim –tot el sector derrotat pel Colp militar--, va tindre, almenys durant els primers anys de dictadura, com a únic objectiu la supervivència física i, en el millor dels casos, la preservació parcial dels aparells organitzatius. En aqueix context, per tant, definit per l’esclat d’una violència desconeguda en la seua extensió i en el seu implacable disseny i execució —que va anunciar públicament l’eliminació física de l’adversari—, es van reproduir confuses versions sobre els esdeveniments. No obstant això, una cosa va quedar clara des del principi: la Junta de Govern Militar presidida pel general Pinochet no tenia la menor intenció de tornar el poder als civils, als que acusava de ser els responsables de la situació prèvia a la seua intervenció (...) Llegir el post sencer.